Fotofobia

Reto 9.  Escribe un relato que integre las palabras ‘luz’ y ‘cuadro’ como elementos relevantes del argumento.


 

—Creo que a este cuadro le pasa algo.

—¿Pero qué dices, tío?

—De verdad, ¿no crees que tiene los ojos más cerrados de lo normal?

—¡Pero te estás oyendo! ¡Es un cuadro! Tiene la misma cara que ha tenido toda la vida desde que lo pintaron.

—En serio. Mira el folleto —dice, mostrándole la portada—, y ahora mira sus ojos.

—Lo tuyo es grave de verdad… ¡Anda, so friki! Vámonos, que la sala está apunto de cerrar. Mañana volvemos si quieres y le echamos un poco de colirio por si tiene alergia.

La pareja de estudiantes de arte se marcha del museo, al igual que el resto de visitantes. Llegada la hora, se apagan todos los focos y queda tenuemente iluminado por las luces de emergencia. Cuando la sala descansa del ajetreo diario, las obras de arte también:

Mamma mía… —suspira Lisa—. De todos los que me contemplan a diario solo uno se ha dado cuenta de que me molesta la luz, ¡y encima no le creen!

Resultado de imagen de la gioconda original

La primera mañana

Reto 1: Escribe un relato que comience en un día de Año Nuevo


Me desperté con los ojos hinchados y pegados por las legañas tras haber dormido más de la cuenta y miré el reloj de la mesilla de noche, era la una menos cuarto y seguía metida en la cama con muy poquitas ganas de levantarme; pero mis padres me esperaban para comer en su casa con mis hermanos como cada año y debía estar presentable, aunque estaba segura que el golferas de mi hermano pequeño seguiría de after y tendríamos que esperarle como pasaba siempre. Hay que ver, una se levanta hecha polvo si trasnocha un poco y él siempre está fresco como una lechuga, no sé cómo lo hace. Será cosa de la edad, que a los veinte uno aguanta lo que le echen pero a los treinta ya no tanto, y definitivamente ya no estoy para muchos trotes… Podría quedarme en la cama un poco más, remoloneando de un lado a otro mientras se me enredan los pies en las sábanas. No sé cómo lo hago pero siempre termino sacándolas, y más de una vez he pegado un traspiés que casi termino con los dientes en el armario. En fin, la una, hora de levantarse.

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Terraza de verano

a. Debe aparecer el incidente desencadenante en el relato

b. El final debe ser abierto

c. Unos cubitos de hielo deben tener un papel fundamental el desarrollo del incidente desencadenante.


Hacía un calor horrible.

De nada servían los ventiladores, los paños húmedos en la frente o la raja de sandía que me había comido de postre.

Era insoportable.

Estaba deseando que empezase a ocultarse el sol para poder bajarme a la placita y tomarme algo, sentada en la terraza de alguno de los bares que había; y de paso, cenar.

Cuando dieron las nueve, me metí en la ducha a refrescarme por tercera vez, y bajé.

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